Ya lo leí…alcancé a decir con la voz recortada, su figura contenía una fuerza inusual, su belleza abrumaba, y en sus ojos se reflejaba mi rostro aturdido.
En ese momento presentía su movimiento, su poder sobre mí, claro que nunca imaginé el resto de las pasiones que despertaron en mi ser por ella, con el paso de los meses.
De pronto el reloj marcaba mi partida, yo retenía cada segundo intentando descifrar alguna frase elocuente con la que pudiese seguir la charla, algo interesante, que sorprendiera, pero mi timidez era insostenible en ese instante para mi, y por segunda vez, ella tomo la iniciativa.
Cómo te llamas…? Pregunto mirándome directamente a los ojos, desnudando mi mirada.
Juro que hasta dudé de mi nombre. Marcos...Me llamo Marcos…vos?, pregunté inmediatamente
- Me gusta tu nombre
Respondió dejando ver su sonrisa,
- Yo soy Sabrina
El mundo para mí ya no volvió a ser el mismo lugar
Primera Espiral
No existe la seguridad en el amor
Somos potenciales víctimas del terrorismo sentimental,
de aquellas personas a quienes entregamos nuestras defensas
Me sentía perdido en sus brazos, en la utopía de su cuerpo,
"esto no es lo que quiero, lo que necesito para mi vida"
Aún recuerdo el dolor en mis piernas, que temblaron ante las palabras que pronunció…
Hay ciertas cosas que me enamoran de una mujer, su fortaleza es una de ellas, pero reconozco que en ocasiones esas posturas en ella me han llevado a un mar de diferencias y discrepancias respecto a mis maneras de pensar y de actuar.
- Sabrina podrías apurarte por favor, vamos a llegar tarde, y sabés que me gusta ser puntual
- Tranquilo, no me apures, puedo llegar tarde, pero jamás desalineada, deberías saberlo después de 5 años de relación...
Su voz sonó como una amenaza de lo que vendría poco tiempo después...