Tu juicio me apunta
indicando el cadalso
como castigo merecido
Yo sólo quiero el sonido
del agua golpeando las piedras
de las hojas del árbol sabio
cortando el silencio del viento
Mis pies desnudos en la arena
me convierten en carnada
van a venir por mí
como aves de rapiña
Sin embargo te miro
y encuentro luz
miro el cielo
respiro el aire fresco
y siento hasta en mis huesos
que no van a quebrarme
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