Sería suficiente
tu mirada robando mis ojos,
o tu mano encendiendo a su paso
las profundidades de mis sentidos
Podrían servir a mi causa
las palabras que te he dado
en las horas que te sueño
y que al viento has arrojado
Algún consuelo llegaría
de tu boca hacía la mía
cauce infinito y manso
de éste río cuesta abajo
¿Será el recuerdo repentino
de un amor a sangre fría
el que acabe ésta esperanza
de un mañana sin rencores?
Quizás sean sin motivo
mis pasos temblorosos,
caminando hacia la nada
rumbo a un cielo sin destino,
los que decidan el camino.
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