Caigo de nuevo al remolino
el ojo de la tormenta me encandila
como el fuego de un infierno conocido
a punto de librar sus dientes hacia mí
Siento tu golpe del pasado
veo tu rostro oscuro y desafiante
tus ojos invisibles incitando a la batalla
tu aliento vengador soplando con fuerza
Ya no sangran mis miedos
estaré aquí esperando
y al cruzarme con tu enojo
mi respuesta te llegará otra vez
Podrás irte por donde has venido
podrás llevar tu desasón
a otro mundo, a otras almas,
podrás llegar
sin Justicia ni piedad
soberbio e inmortal
pero recuerda..
no podrás quebrarme
porque aún en la tiniebla de tu noche
o en el infierno de tu ira
seguiré teniendo fé
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